La microbiota intestinal es una parte fundamental del cuerpo humano que cuenta con diferentes tipos de bacterias que proporcionan beneficios a la salud. Factores ambientales como la dieta pueden generar cambios en la composición bacteriana y en el metabolismo, derivando en una exposición del huésped a antígenos microbianos que pueden incrementar el riesgo a contraer alguna enfermedad.

Bacteroidetes, Firmicutes, Ruminococcus, Lactobacillus y Clostridium constituyen más del 90% de las bacterias conocidas y que predominan en la microbiota intestinal sana. Especies como Actinobacteria, Verrucomicrobia y Fusobacteria están presentes, pero en menor proporción. Las alteraciones en la composición y función de la microbiota o disbiosis, es un factor fundamental para el desarrollo de enfermedades metabólicas tales como la obesidad y diabetes mellitus tipo II.  

Debido a que la microbiota es capaz de alterarse fácilmente con los cambios en la dieta, las técnicas para incrementar el número de bacterias beneficiosas en el intestino incluyen el consumo de fibra que favorecen el crecimiento de bifidobacteria. Una dieta alta en fibra mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la concentración de glucosa en ayunas, así como la hemoglobina glucosilada en pacientes con diabetes mellitus II. Una suplementación con probióticos y prebióticos ayudan a incrementar la cantidad de bacterias buenas en el intestino y ayuda a mejorar los niveles de glucosa, la sensibilidad a la insulina y marcadores de inflamación.

Existen datos que sugieren que la microbiota tiene la capacidad de intervenir en el equilibrio de la glucosa. Se han propuesto diversos mecanismos mediante los cuales esta es capaz de ejercer este efecto en la glucosa. En estos mecanismo se incluyen un aumento en la permeabilidad del intestino, endotoxemia, cambios en la producción de ácidos grasos de cadena corta, aminoácidos de cadena ramificada, cambios en la proporción de tejido adiposo, alteraciones en el metabolismo de ácidos biliares y/o efectos en la secreción hormonal intestinal, así como, efectos asociados al uso de fármacos como metformina.

La microbiota intestinal es considerada como otro órgano. Esta está conformada por una gran diversidad de bacterias que proporcionan beneficios a la salud. Es capaz de intervenir en la prevención y control de diversas patologías, como la obesidad y diabetes mellitus. Además, tiene la capacidad de regular las concentraciones de glucosa en sangre en pacientes con diabetes e incluso podría ayudar a prevenir la aparición de esta enfermedad. La suplementación con probióticos y prebióticos ayudan a mantener la población bacteriana sana.

 

Equipo de investigación y editorial iNat México.  

Referencias

Utzschneider, K. M., Kratz, M., Damman, C. J., & Hullar, M. (2016). Mechanisms Linking the Gut Microbiome and Glucose Metabolism. The Journal of clinical endocrinology and metabolism, 101(4), 1445–1454.

Gérard, C., & Vidal, H. (2019). Impact of Gut Microbiota on Host Glycemic Control. Frontiers in endocrinology, 10, 29.

Muñoz-Garach, A., Diaz-Perdigones, C., & Tinahones, F. J. (2016). Microbiota y diabetes mellitus tipo 2. Endocrinología y Nutrición, 63(10), 560-568. 

 

 

 

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