Ya sabemos que la obesidad es un problema a nivel global, pero ¿sabías que hay factores que desencadenan esa situación? Y justo a eso se le llama obesogénicos. Sigue leyendo… 

Un obesogénico se refiere a cualquier material, alimento o factores externos que promueve la obesidad en las personas; es decir: un ambiente obesogénico es aquel que estimule al sedentarismo y a los malos hábitos alimenticios.

¿Qué puede ser un obesogénico? 

Puede ser desde un distractor, como la televisión en el comedor, la mercadotecnia de los alimentos, la comida rápida, procesada y botanas o dulces en general. Pero, también se le puede catalogar como obesogénico a algunos compuestos incluidos en utensilios que utilizamos para cocinar, como por ejemplo los químicos perfluorados -que también se encuentran en las envolturas de los procesados- llamados PFAS. E, incluso, también entraría dentro de esta categoría los aditivos alimentarios que llegan a ser tóxicos y moduladores neuronales.  

Es decir, estamos rodeados de obesogénicos y a todo esto se le denomina ambiente obesogénico, porque no es sólo cuestión de alimentarnos bien o mal, sino la mercadotecnia que manipula haciéndonos creer que un producto es saludable cuando no lo es, el sartén que usamos, los envoltorios de los alimentos, la televisión como mal hábito en la comida, etc. Son diversos factores que nos llevan a la obesidad y nos inducen al sedentarismo.

Factores que previenen los ambientes obesogénicos

No sólo debemos hacer hincapié en una buena alimentación, sino en todo lo que esto conlleva: la generación de nuevos hábitos a la hora de comer. Por lo tanto, ¿qué puedes hacer tú?, te enlistamos algunas cosas que puedes cambiar paulatinamente:  

  • Aprende sobre alimentación correcta y combinaciones 
  • Elimina de tu alacena todo alimento procesado
  • Llénate de alimentos de origen natural: frutas, verduras, cereales integrales, leguminosas…
  • Evita la tele en el comedor, sólo es distractor y no te permite ser consciente de lo que estás comiendo y cuánto estás comiendo. Opta por música de fondo.  
  • Disminuye lo más que pueda las comidas previamente preparadas: sopas instantáneas, jugos de tomate envasados, alimentos enlatados… si bien puede darte la impresión de que “facilitan” tu trabajo, la realidad es que será un gasto importante de salud a la larga.  
  • Opta por cocinar en casa lo más que puedas y lo que tu tiempo te permita.
  • Realiza actividad física de manera constante.  

 

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias: 

  • Muñoz, J. Córdova, J. & Boldo, X. (2012) Ambiente obesogénico y biomarcadores anómalos en escolares de Tabasco, México. revista de salud Tabasco 18(3): 87-95. 
  • Corsica, J. (2011) Factores determinantes y prevención del ambiente obesogénico. Sociedad Iberoamericana de información científica. Revista Intramed. 
  • Martínez, A. (2017) La consolidación del ambiente obesogénico en México. Estudios Sociales 27(50). Hermosillo, Son.

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