Las mujeres con alguna discapacidad conforman uno de los grupos que se considera como poco adecuados para ejercer la maternidad. Esto es debido a que se les cree incapaces de cumplir con las expectativas de la sociedad para llevar a cabo el papel de madre. Pues se cree que, sus rasgos físicos, mentales y/o funcionales actúan como limitantes u obstáculos en su vida diaria.

Hoy en día se ha incrementado la inclusión y reconocimiento de las personas con discapacidad en diversos ámbitos como la educación o el trabajo. Sin embargo, aún faltan áreas en las cuales incluir a este grupo de personas sin que se sientan discriminados. Un ejemplo de ello es el tema de la sexualidad y la maternidad, pues estos temas han sido blanco de estereotipos y mitos alrededor de las personas con discapacidad.

La maternidad y la discapacidad son situaciones que se consideran como incompatibles, viéndose reflejado en la falta de opciones para conseguir información y la limitación en el acceso a las prácticas sexuales y reproducción, por lo que reciben críticas cuando expresan sus deseos. Así, la falta de información se combina con el rechazo por parte de padres, amigos e incluso personal de salud debido a la supuesta irresponsabilidad de aquella mujer que se decide a tener un hijo cuando no tiene las posibilidades de cuidarlo adecuadamente.

El ser madre desde el punto de vista de una mujer con discapacidad puede llegar a ser tomada como una situación compleja o inalcanzable, derivado de los estereotipos que las etiquetan como inferiores, asexuadas y dependientes. Hay mujeres con discapacidad que dicen no sentirse preparadas para llevar a cabo el papel de madre, o bien, si ya tienen hijos pueden llegar a sentir culpa al no sentirse capaces de cuidar a sus hijos. Pero, también hay muchas mujeres que, sin importar lo que la sociedad piense y las condiciones que se puedan presentar deciden ejercer su derecho a la maternidad.

Se debe tener en cuenta que la maternidad es un derecho que cualquier mujer tiene. El hecho de que una mujer tenga alguna discapacidad no la hace incapaz de ser madre. Si bien puede llegar a ser un poco difícil e incluso representar un reto, no significa que sea imposible. El hecho de que una mujer exprese sus deseos de ser mamá no debe tomarse como un acto de irresponsabilidad, pues al igual que todas tiene todo el derecho y la capacidad de llegar a ser una gran madre.

Equipo de investigación y editorial iNat México.  

Referencias

Cruz Pérez, M. P. (2014). Mitos acerca de la maternidad en mujeres con discapacidad. Perinatologia y reproducción humana, 28(2), 91–96. 

 

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