Las bayas y sus propiedades antivirales

Las frutas y verduras son los principales alimentos que forman parte de una dieta saludable pues contienen nutrientes que ayudan a mantener en un estado óptimo el cuerpo. La mayoría de estos tiene propiedades benéficas para la salud. Las bayas, por ejemplo, conforman un grupo de frutas con diversas propiedades que ayudan a mantener una salud adecuada.

Las bayas se diferencian de las frutas más grandes porque contienen una gama más amplia de componentes bioactivos. Se ha demostrado que estos compuestos brindan diversas características terapéuticas a estos frutos, entre las que se encuentran propiedades antioxidantes, antimutagénicas, anticancerígenas, antimicrobianas, antiinflamatorias y neuroprotectoras. Sin embargo, poco se ha hablado de las propiedades antivirales que poseen.

La actividad antiviral de las bayas empezó a llamar la atención hasta finales del siglo XX, tomando mayor importancia cuando inició la propagación del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Y hoy en día con la pandemia ha incrementado el interés sobre dicha propiedad.

El poder antiviral de las bayas está dado por su contenido en flavonoides. La variedad de fitoquímicos en las bayas las hace muy interesantes como fuentes de compuestos antivirales, ya que son casi tan diversos como los virus.

La influenza es uno de los virus más conocidos mundialmente como causante de enfermedades respiratorias estacionales o gripe. Los síntomas más comunes son fiebre, tos y congestión nasal. Diversos estudios han encontrado que las bayas, específicamente sus flavonoides, pueden ayudar a evitar la replicación del virus mediante la inhibición de la unión del virus a la célula. Además, podrían ayudar a prevenir infecciones, e incluso cuando la infección ya ha ocurrido, e incluso podrían ayudar a disminuir los síntomas.

El virus del papiloma humano es conocido como el agente de una de las enfermedades virales más prevalentes que se transmite sexualmente. En muchos casos provoca únicamente lesiones benignas, mientras que en otros puede causar tumores e incluso cáncer. Un compuesto de bayas conocido como ácido elágico ha demostrado tener un efecto antiviral que podría ayudar a prevenir la infección y posiblemente contribuir al tratamiento exitoso de la infección. Es probable que el efecto se deba a las propiedades antioxidantes de los compuestos. También es posible que uno o más compuestos antioxidantes también tuvieran la propiedad de interferir o incluso detener la progresión de la enfermedad cervical.

El virus del herpes simple tipo 1 (HSV 1) y tipo 2 (HSV-2) suelen causar infecciones latentes en los seres humanos, produciendo ampollas en el lugar de la infección primaria. Un estudio ha demostrado una reducción importante en la replicación del HSV-1 en presencia de bajas concentraciones de extracto de mora y reducciones a niveles indetectables en concentraciones más altas. Otra baya que parece contener compuestos que podrían bloquear la infección por HSV-1 es la grosella negra. Se han observado actividades anti-absorción y anti-replicación. El extracto de arándano que contiene una alta concentración de proantocianidinas también tiene un potencial anti-HSV-1 y anti-HSV-2, pues se observó que inhibe la unión viral a las células dependiendo de la concentración.

Las bayas conforman un grupo de frutas que poseen diversas propiedades que benefician a la salud humana. Entre sus propiedades se encuentra su poder antioxidante, anticancerígeno, antimicrobiano, antiinflamatorio y antiviral. Su efecto antiviral no ha sido muy estudiado, sin embargo, se ha visto que tiene efectos sobre infecciones virales diferentes, entre ellas contra el virus de influenza, papiloma humano, herpes simple, entre otros.

Equipo de investigación y editorial iNat México.  

Referencias

Bernier, C., Goetz, C., Jubinville, E., & Jean, J. (2022). The New Face of Berries: A Review of Their Antiviral Proprieties. Foods, 102(11), 1–13.

Gramza-Michałowska, A., Sidor, A., & Kulczyński, B. (2017). Berries as a potential anti-influenza factor – A review. Journal of Functional Foods, 37, 116–137. 

 

 

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