Dieta cetogénica

*Estas investigaciones no intentan ni sugieren eliminar ningún tratamiento o medicamento. Consulta a tu especialista en salud.
Cualquier condición mejora con una alimentación adecuada, de preferencia trofológicamente correcta. 

A lo largo del tiempo se han popularizado una gran variedad de “dietas” con sus diversos enfoques, ya sea terapéuticas o aquellas que garantizan la pérdida de peso. 

Tal es el caso de la dieta cetogénica, la cual fue descubierta por el Dr. Wilder, mismo que acuñó este término al comprobar que al eliminar el consumo de cierto tipo de alimentos el cuerpo es sometiendo a un estado de cetosis, esto en la década de los 20’s  para el tratamiento de epilepsia, y posteriormente el Dr. Atkins la utilizó como propuesta para la pérdida de peso en la década de los 70´s y  que, hasta la actualidad, es utilizada para el mismo fin. 

La dieta cetogénica, es la formación de cuerpos cetónicos a partir de la oxidación de los cuerpos grasos, y se logra con una dieta alta en grasas, adecuada en lípidos y muy baja o casi nula (en algunos casos) en hidratos de carbono. Al existir tal restricción de carbohidratos, el cuerpo se ve forzado a entrar en un estado metabólico de cetosis, ya que al no tener suficiente glucosa para utilizar como combustible, el hígado genera cetonas o cuerpos cetónicos como combustibles alternativos para el cuerpo realice la descomposición de las grasas (lipólisis) y así es como el organismo comienza a utilizar la grasa como principal fuente de energía.

Este tipo de dietas resultan efectivas en cuanto a la pérdida de peso, debido a que la energía se obtiene de los depósitos grasos y que tienen un efecto de saciedad ya que las grasas y las proteìnas se digieren lentamente, permaneciendo en el tracto digestivo durante un mayor periodo de tiempo; de igual forma, diversas hormonas que son estimuladas por la misma ingesta de proteínas y lípidos tienen efectos inhibidores en el apetito.

Otra función que tiene es la de mitigar enfermedades neurológicas como la epilepsia.

También puede mejorar el perfil de lípidos del individuo, pues reduce los niveles de triglicéridos, de colesterol total e incrementa levemente el colesterol HDL.

Así mismo, se ha demostrado en diversos estudios hechos con roedores, que en estado de cetosis disminuye la proliferación de células cancerígenas, así como los beneficios en relación al cerebro, sin embargo dichos beneficios no han sido comprobados en seres humanos.

Llevar una dieta cetogénica (sobre todo si excede los 3 meses de práctica) representa diversas desventajas:
La primera de ellas es la limitación de la ingesta de vitaminas, minerales y fibra que son muy importantes para el funcionamiento correcto del organismo y que son aportados por carbohidratos los cuales son -como ya puntualizamos anteriormente- en este tipo de dieta son escasos o nulos.

También puede causar efectos adversos como estreñimiento, halitosis elevada, diarrea, astenia, calambres.

En algunos estudios se observó un deterioro en la cognición con esta dieta.

De igual forma si no se tiene la adecuada preparaciòn y conocimiento sobre la composición de los alimentos para no ingerir más carbohidratos de los permitidos, puede ser de gran desventaja para su seguimiento y adherencia.

No todas las personas pueden utilizar este tipo de dietas: en personas con deficiencias o enfermedades cardiacas puede provocar arritmias y comprometer el funcionamiento del corazón, y cuando existen problemas hepáticos tampoco es aconsejable debido a la gran carga que la eliminación representa para este órgano; estas últimas son las mayores desventajas que presenta la keto, y que la vuelve incluso peligrosa, ya que tienen mayores riesgos por el alto contenido de grasas.

De modo que para evitar una saturación en los sistemas del cuerpo, por el alto consumo o por la anulación de alguno o varios macronutrientes que son esenciales, serán de mayor beneficio aquellos planes alimenticios que promuevan una alimentación variada y principalmente balanceada en los mismos, además de que se ha comprobado que una dieta basada en plantas (frutas, verduras, legumbres, granos integrales, frutos secos, oleaginosos, etc) que contengan todos los macro y micro nutrientes, junto con la eliminación de alimentos procesados e industrializados, los altos en sodio, azúcar y colesterol, evitan la acumulación de grasa, por lo que no promueven el aumento de peso y por ende será de mayor beneficio para la prevención de innumerables enfermedades dando como resultado una vida sana a largo plazo.

Equipo de investigación y editorial iNat México. 

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