21 días de transformación

Siempre que iniciamos un cambio, comienzan una serie de reacciones en consecuencia. A mayor cambio o mayor profundidad, mayor reacción. Y esta ley aplica cuando inicias un cambio de alimentación. 

Existen en el mercado muchísimas dietas de moda: keto, low carb, atkins, paleo, etc. Pero ninguna te ofrece un beneficio real a largo plazo, es decir, sólo te invitan a la pérdida de peso rápido y temporal. Sin embargo, la trofología va más allá de un cambio de peso; se enfoca en la salud y el bienestar a nivel general. Es decir, busca hacer cambios más a profundidad y a conciencia; por ello, los resultados suelen ser sorprendentes y permanentes. 

¿Esto es bueno para tu salud?

¡Definitivamente, sí! Siempre un cambio que se acompaña de buenos hábitos va enfocado a permanecer no sólo mientras bajas de peso. Por eso, aquí te platicamos cuáles son los cambios que existen en tu cuerpo después de 21 días de alimentación trofológica: 

  1.   Piel más suave y luminosa: sí, es una de las primeras cosas que comenzarás a notar después de una alimentación donde predomine más crudos que cocidos. Si tú eres una persona que tiene constantes problemas de piel como rosácea, acné, resequedad… este tipo de alimentación es totalmente para ti. Al trabajar a nivel hepático, los alimentos comienzan a absorberse de manera adecuada, por lo cual los nutrientes llegan a donde tienen que llegar y reparan lo que tengan que reparar. Especialmente si eliminas los 5 venenos blancos (lácteos, azúcar refinada, sal refinada, harinas refinadas y arroz blanco).
  2.   Uñas y cabello más sanos: el cabello y las uñas son el principal reflejo de una mala alimentación y que además puede ser visible incluso después de un tiempo de comer adecuadamente. Esto pasa porque el pelo lleva consigo todos los daños, al igual que las uñas, pero notarás en tus raíces mayor calidad y cantidad de cabello, así como unas uñas mucho más sanas.
  3.   Mayor energía: la función principal de las células es la producción de energía para que todos nuestros órganos realicen adecuadamente sus funciones, así, cuando le damos a las células los nutrientes de una manera mucho más asimilable (enzimáticamente, hablando), éstas hacen un trabajo adecuado y limpio, por ello, la energía que se produce a nivel interno se aprovecha de mejor manera. Esto sin contarte sobre el gasto energético que se produce cuando consumimos un alimento chatarra y que -además- posee pocos o nulos nutrientes.  El comer alimentos más limpios, crudos, respetando sus propiedades y en combinación adecuada, ocupan un menor gasto energético, por lo cual te sentirás más lleno de energía durante el día. 
  4.   Menor ansiedad: los alimentos tienen la función de nutrir, sobre todo cuando éstos son de calidad y en combinación adecuada; no así los venenos blancos, quienes al tener poca cantidad de nutrientes (su mayor aportación es de glucosa y grasa) generan únicamente picos de insulina que provocan a su vez un círculo vicioso: antojos dulces y ansiedad (Rada, Avena & Hoebel, 2005).
  5.   Pérdida de peso: pues sí, una alimentación adecuada y con combinaciones correctas, ayudan a una mejor digestión y absorción de nutrientes, por lo cual la utilización de éstos es óptima. Es decir, no hay mayor reserva. Por lo tanto, comienzas a bajar de peso, si no estás buscando bajar de peso, tu cuerpo se irá adaptando a la cantidad de alimentos como a la calidad, manteniendo su peso ideal todo el tiempo.   
  6.   Fertilidad: la calidad de nutrientes, ayudan al correcto funcionamiento a nivel hormonal; lo sabemos, las hormonas funcionan con grasas buenas. Al tener un equilibrio adecuado de grasas óptimas tus hormonas fluyen y trabajan en lo que tienen que trabajar, evitando generar disruptores que te provocan infertilidad (Aular, 2013). 
  7.   Bienestar en general: hablamos mucho de la pérdida de peso, de la piel, las uñas, el cabello, todos esos cambios que se reflejan cuando llevas una alimentación saludable durante al menos 21 días y que se reflejan a simple vista; pero ¿qué pasa con la salud en general?, el cuerpo, al trabajar adecuadamente, genera un nivel de estrés mucho menor; además, el equilibrio en tu microbiota ayuda a generar menos episodios tanto de ansiedad como de depresión, por lo cual hay un sentimiento y sensación de bienestar en general. Sobre todo, si lo acompañas con ejercicio. 

El cambio empieza de adentro hacia afuera, no esperes que con cremas tu piel va a cambiar si no trabajas desde lo más esencial, que es a nivel celular: la alimentación.  

 Referencias:

Rada, P. Avena, N. & Hoebel, B. (2005) “Adicción” al azúcar: ¿mito o realidad? . Revista venezolana de endocrinología 3(2). Recuperada de http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1690-31102005000200002

Aular, Y. (2013). Disruptores endocrinos: un nuevo informe con recomendaciones para reducir sus efectos adversos a la salud. Salus, 17(1), 4-6. Recuperado de http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-71382013000100002&lng=es&tlng=es.

Equipo de investigación y editorial iNat México. 

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